Tres horas después ya estábamos todos en pleno desayuno y Conrado había hecho una caminata por el barrio, de casi 1 hora, de la cual regresó bastante mojado.
Un rato después, ya cerca del mediodía, mejoró un poco, al menos a estos 1000 mts en los que estamos y entonces armamos las mochilas y partimos ilusionados en el auto para ir hasta el filo -2000 mts- y ver como estaba la cosa.
A medida que subíamos las nubes estaban cada vez más cerca... al pasar los 1.440 mts (donde está el turísticamente conocido "mirador del sol") ya nos metimos directamente en plena nube y así llegamos al filo, claramente identificable porque al llegar al límite se termina el pavimento puntano y comienza el ripio cordobés.
Allí había muchos turistas tan muertos de frío como nosotros. Una combinación de nube bien húmeda, viento y un frío intenso hacía que, con visibilidad de apenas unos 30 mts la decisión fuera un par de fotos, filmación y datos de GPS y a volver al auto para descender. Eran condiciones dignas de una invernal!!. (foto)
Regresamos a nuestro alojamiento, hicimos la "picada de marcha" allí y salimos a caminar para no desperdiciar que no llovía.
Nos detuvimos cerca del Hotel Rincón, dejamos el auto a unos 1.120 mts de altura y comenzamos a caminar por el Mogote Bayo.
Por una senda bien marcada alcanzamos la cruz que está a 1.372 mts. y seguimos un poco más, hasta alcanzar los 1480 mts. donde nos sacamos una foto con "las banderas" para luego bajar por otra senda en la cual pudimos disfrutar un estupendo atardecer (foto).
Regresamos a la casa de Rincón del Este y nos aprontamos a cenar temprano para, si mañana el tiempo lo permite, intentar alcanzar el esquivo Cerro de las Ovejas, máxima cumbre puntana.
Informe: Mauricio Bianchi
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